El teatro Principal acogía como cada año las Jornadas Pictóricas organizadas por la Asociación de Pintores Sergio Sarrión. En ellas varios ponentes de máxima calidad como han sido Norberto Legidos, Yoshima Tello y Ester Gandía, Vicente Rubio Castells y Alberto Márquez Ruiz, han hecho una serie de lecciones magistrales durante los cuatro últimos sábados para que todo el colectivo de pintores almanseño encabezado por la Asociación de Pintores Sergio Sarrión puedan seguir mejorando sus técnicas y su capacidad pictórica.

 

Para el alcalde, Paco Núñez, sacar la cultura a la calle, que la cultura sea un bien de interés social y que además todo el mundo pueda acceder a ella es un objetivo prioritario. Es por ello que es fundamental que colectivos como el de Pintores Sergio Sarrión sigan trabajando por potenciar, promocionar y hacer hincapié en que la cultura sea accesible a todos. Estas jornadas pictóricas abiertas a toda la ciudad y focalizadas en la asociación sirven para que se mejore la forma de expresar aquello que llevas dentro, mejore la técnica con la que sacarlo y mejore en definitiva la capacidad que tienen todos estos pintores que de manera aficionada están continuamente ofreciendo a la ciudad lo mejor de sí mismos.

 

Núñez quiso agradecer a la asociación de Pintores Sergio Sarrión su implicación para con la ciudad en el ámbito cultural de manera continúa y constante, pues no solo las Jornadas Pictóricas son un momento fundamental en la actividad cultural de la ciudad, sino que además la asociación de Pintores Sergio Sarrión con sus exposiciones, sus balconadas y sus actividades consigue mostrar a toda la ciudad continuamente que la cultura en Almansa está viva y que la ciudad de Almansa es una ciudad de grandes artistas.

 

La última de las ponencias corrió a cargo del pintor Alberto Márquez, ganador por siete veces del Certamen Nacional de Pintura Rápida de la Ciudad de Almansa que se celebra en los días de Feria y un artista de más de 130 premios a sus espaldas. Sin duda alguna, un broche de oro para una clausura que congregó a decenas de pintores en el teatro principal y que mostró una vez más que Almansa es una ciudad que apuesta por la cultura.